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Imagina la siguiente situación: los colaboradores de una empresa llegan para un día normal de trabajo, pero al intentar acceder a sus sistemas, todo está bloqueado. En la pantalla solo aparece un mensaje frío: “Si quieres recuperar tus datos, paga.”

Cuando el tema es seguridad digital, muchas personas imaginan solo antivirus o sistemas automáticos. Sin embargo, proteger una empresa también implica estrategias humanas bien definidas.

La seguridad del software es una preocupación constante para los desarrolladores y las empresas de tecnología. En este contexto, una de las técnicas ampliamente utilizadas para proteger aplicaciones y sistemas es la ofuscación de código. 

En varios ambientes corporativos, el cuidado de los datos generalmente se asocia solo con la protección de sistemas y contraseñas. Sin embargo, la eliminación de documentos físicos y digitales también representa un paso importante en el manejo de la información de la empresa.

¿Existe alguna forma de proteger a mi organización de estafas y amenazas digitales, similar al seguro de automóvil? ¡Sí! Muchas empresas han recurrido a los llamados seguros de ciberseguridad como una estrategia para minimizar los impactos financieros de los ataques e incidentes digitales.

El trabajo a distancia se ha convertido en una realidad cada vez más común para muchos profesionales. Con la flexibilidad y autonomía que ofrece la modalidad, es posible trabajar desde cualquier lugar con acceso a internet. 

Celebrado en febrero, el Día Internacional de Internet más Seguro es una fecha dedicada a la educación y a la prevención de riesgos en el entorno en línea. Su objetivo es promover un uso más seguro y responsable de la tecnología, así como concienciar sobre los riesgos de estafas digitales y ciberataques.

El carnaval es uno de los momentos más esperados del año, que reúne a miles de personas en las calles y en eventos en todo Brasil.

Es común que muchos emprendedores se dejen llevar por la falsa sensación de seguridad, creyendo que “esto nunca nos va a pasar”. Esta percepción, sin embargo, puede ser peligrosa. Cuando la empresa no está preparada, un eventual ciberataque puede terminar costando mucho más de lo que se piensa.